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Las mujeres afrodescendientes en la lucha por el sufragio en Estados Unidos

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Introducción

La lucha por el derecho al voto en Estados Unidos ha sido una batalla larga y difícil. Durante muchos años, solo los hombres blancos con cierta propiedad tenían el derecho al voto. Las mujeres, las personas afrodescendientes y otras comunidades marginadas fueron excluidas de ese derecho fundamental. En este artículo, nos enfocaremos en la lucha de las mujeres afrodescendientes por el sufragio. Analizaremos cómo estas mujeres enfrentaron una doble discriminación debido a su género y su origen étnico y cómo lograron forjar una alianza con otras mujeres y grupos para continuar en su lucha.

Las mujeres afrodescendientes en el contexto histórico y social

Para entender la lucha de las mujeres afrodescendientes por el sufragio, es esencial conocer su situación histórica y social. Los afrodescendientes en Estados Unidos han sufrido discriminación, marginación y abusos por mucho tiempo. Desde la esclavitud hasta la segregación racial y la violencia policial, han enfrentado innumerables obstáculos en su lucha por la igualdad racial. Además de esta opresión, las mujeres afrodescendientes también enfrentan la opresión de género. Las mujeres en general han sido históricamente subordinadas y marginadas. Por lo tanto, las mujeres afrodescendientes se encontraron en una situación difícil, enfrentando una doble discriminación.

Antecedentes del movimiento sufragista

A mediados del siglo XIX, el movimiento sufragista comenzó a tomar fuerza en Estados Unidos. El objetivo principal de este movimiento era conseguir el derecho al voto para las mujeres. Sin embargo, las mujeres afrodescendientes se encontraron en una situación difícil porque se enfrentaban a la discriminación racial además de la discriminación de género. Por lo tanto, muchas de las líderes sufragistas de la época, como Elizabeth Cady Stanton y Susan B. Anthony, no incluían a las mujeres afrodescendientes en su lucha.

Las mujeres afrodescendientes toman acción

Ante esta exclusión, algunas mujeres afrodescendientes decidieron organizarse y luchar por el sufragio. Una de las primeras líderes fue Sojourner Truth, una mujer esclava liberada que luchó por la abolición de la esclavitud y la igualdad de género. Durante la Convención de Mujeres de Ohio en 1851, Truth pronunció su famoso discurso "¿No soy una mujer?", en el que habló sobre su experiencia como mujer negra y argumentó que las mujeres afrodescendientes también merecían el derecho al voto.

La Asociación Nacional de Mujeres de Color

En 1896, un grupo de mujeres afrodescendientes fundó la Asociación Nacional de Mujeres de Color (NCNW, por sus siglas en inglés). Esta organización se enfocó en luchar contra la discriminación racial y de género en varias áreas, incluyendo la educación, el trabajo y el derecho al voto. La NCNW fue liderada por mujeres afrodescendientes como Mary Church Terrell y Anna Julia Cooper, quienes lucharon por la inclusión de las mujeres afrodescendientes en el movimiento sufragista.

La lucha por el derecho al voto de las mujeres afrodescendientes durante el siglo XX

A pesar de los esfuerzos de las mujeres afrodescendientes por luchar por el sufragio desde la época de la esclavitud, el derecho al voto no llegó para todas las mujeres hasta 1920 con la aprobación de la XIX Enmienda a la Constitución de Estados Unidos. Sin embargo, esto no significa que todas las mujeres tuvieran el derecho al voto en la práctica. Las mujeres afrodescendientes, así como otras minorías raciales, enfrentaron una serie de obstáculos para ejercer su derecho al voto.

Leyes discriminatorias y obstáculos legales

A pesar de que la XIX Enmienda otorgaba a todas las mujeres el derecho al voto, las leyes en algunos estados del sur de Estados Unidos, conocidas como "leyes de Jim Crow", discriminaban a los afrodescendientes y les impedían ejercer su derecho al voto. Estas leyes incluían la prueba de alfabetización y la prueba del abuelo, que se utilizaban para negar el derecho al voto a personas afrodescendientes y sus familiares.

Estrategias de resistencia

A pesar de estas barreras, las mujeres afrodescendientes continuaron luchando por el derecho al voto. Utilizaron una variedad de estrategias de resistencia, incluyendo marchas, protestas, boicots y litigios legales. Estas acciones fueron lideradas por mujeres afrodescendientes como Mary McLeod Bethune, quien fue una líder de la NCNW y también asesora del presidente Franklin D. Roosevelt.

La Alianza Femenina por el Sufragio de la NAACP

En la década de 1910, la Liga Nacional para el Sufragio de la Mujer comenzó a trabajar en colaboración con la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) para otorgar el derecho al voto a las mujeres afrodescendientes. Estas organizaciones fundaron la Alianza Femenina por el Sufragio de la NAACP, que se enfocó específicamente en luchar por el derecho al voto de las mujeres afrodescendientes.

El impacto del movimiento sufragista en la lucha por la igualdad racial y de género

Si bien el movimiento sufragista logró otorgar el derecho al voto a todas las mujeres, incluyendo a las afrodescendientes, la lucha por la igualdad racial y de género estaba lejos de terminar. La discriminación y la marginación continuaron siendo parte de la vida de las mujeres afrodescendientes en Estados Unidos.

El legado de la lucha por el sufragio

A pesar de esto, la lucha por el sufragio de las mujeres afrodescendientes dejó un legado importante. Estas mujeres forjaron alianzas con otras personas y organizaciones para lograr sus objetivos, y desafiaron las normas y las leyes discriminatorias de la sociedad. Además, sentaron las bases para las luchas posteriores por los derechos civiles y la igualdad de género.

La continuidad de la lucha

El movimiento por la igualdad racial y de género continúa en Estados Unidos. Las mujeres afrodescendientes y otras comunidades marginadas enfrentan aún muchos obstáculos en su lucha por la justicia y la igualdad. Pero gracias a la lucha de las mujeres afrodescendientes por el sufragio, hoy en día tenemos más herramientas y recursos para continuar en la lucha por los derechos civiles y la igualdad de género.

Conclusiones

En resumen, la lucha de las mujeres afrodescendientes por el sufragio en Estados Unidos fue una batalla larga y difícil. Estas mujeres se enfrentaron a una doble discriminación debido a su género y su origen étnico, pero lucharon perseverantemente a pesar de las barreras que se les presentaron. A través de la organización, la coalición y la resistencia, lograron hacerse escuchar y cambiar la historia de Estados Unidos. Hoy en día, seguimos luchando por la igualdad racial y de género, y el legado de estas mujeres continúa inspirando a las generaciones futuras a seguir adelante en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria.