Las primeras mujeres elegidas para cargos políticos tras el sufragio femenino
En la historia de la política mundial, las mujeres han luchado por sus derechos y por la igualdad de oportunidades. Una de las luchas más importantes de las mujeres fue la obtención del derecho al voto, lo que permitió que las mujeres pudieran participar en las elecciones y tener voz en las decisiones políticas de sus países.
En algunos países, las mujeres obtuvieron el derecho al voto a principios del siglo XX, mientras que en otros fue mucho más tarde. Pero independientemente de cuándo se consiguió el sufragio femenino, lo que está claro es que las mujeres tuvieron que superar muchos obstáculos para poder votar y, posteriormente, para poder ocupar cargos políticos relevantes.
Es por eso que, en este artículo, queremos destacar a algunas de las primeras mujeres elegidas para cargos políticos tras la obtención del sufragio femenino.
Nueva Zelanda: Kate Sheppard
Nueva Zelanda fue el primer país del mundo en otorgar el derecho de voto a las mujeres. Fue en 1893 cuando se aprobó la ley que permitió a las mujeres participar en elecciones nacionales. Pero no fue hasta 1919 cuando se permitió que las mujeres pudieran ser elegidas para cargos políticos.
Kate Sheppard fue una de las principales líderes del movimiento sufragista en Nueva Zelanda. Ella fue la encargada de liderar la campaña que consiguió que las mujeres tuvieran derecho al voto.
Después de la aprobación de la ley, Sheppard se presentó como candidata a diputada en dos ocasiones, pero no logró ser elegida. Sin embargo, su trabajo fue fundamental para que otras mujeres pudieran ocupar cargos políticos en un futuro.
Reino Unido: Nancy Astor
En el Reino Unido, las mujeres obtuvieron el derecho al voto en 1918, pero fue en 1919 cuando se permitió que las mujeres pudieran ser elegidas para cargos políticos.
Nancy Astor fue la primera mujer en ocupar un escaño en el Parlamento británico. Fue elegida diputada por el Partido Conservador en 1919, y ocupó su escaño en la Cámara de los Comunes hasta 1945.
Además de su trabajo como política, Astor también fue una defensora de los derechos de las mujeres y una activista contra la violencia de género. Fue una de las pocas voces en el Parlamento que se opuso a las políticas fascistas de Alemania e Italia en la década de 1930.
Estados Unidos: Jeannette Rankin
En Estados Unidos, las mujeres obtuvieron el derecho al voto en 1920. Sin embargo, las mujeres tuvieron que luchar durante muchos años para poder ocupar cargos políticos relevantes.
Jeannette Rankin fue la primera mujer en ser elegida para el Congreso de Estados Unidos. Fue elegida diputada por Montana en 1916, antes incluso de que se aprobara la decimonovena enmienda a la Constitución que otorgó el derecho al voto a las mujeres.
Rankin fue una ferviente defensora de la paz y votó en contra de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial en 1917. Fue una voz importante en la lucha por los derechos de las mujeres y en la defensa de las minorías.
Francia: Suzanne Lacore
Francia fue uno de los últimos países europeos en otorgar el derecho al voto a las mujeres. Fue en 1944 cuando se aprobó una ley que permitió a las mujeres francesas votar por primera vez.
Suzanne Lacore fue una de las primeras mujeres en ser elegida para un cargo político después de la Segunda Guerra Mundial. Fue elegida como diputada en 1946 y se convirtió en la única mujer del Comité Constitucional de la Asamblea Nacional.
Lacore fue una defensora de los derechos de las mujeres y luchó por la igualdad de oportunidades dentro de su partido político.
Conclusiones
La lucha de las mujeres por el derecho al voto y por la igualdad de oportunidades en la política ha sido larga y difícil. Estas mujeres que hemos destacado en este artículo, así como muchas otras que no hemos mencionado, fueron pioneras en su lucha por conseguir una mayor representación y participación de las mujeres en la política.
Aunque aún queda mucho por hacer para lograr una verdadera igualdad de oportunidades en la política, el trabajo y la dedicación de estas mujeres nos muestran que es posible avanzar en la lucha por los derechos de las mujeres y lograr una mayor representación en todos los ámbitos políticos.
En definitiva, estas mujeres nos demuestran que la política es un ámbito en el que las mujeres pueden tener un papel decisivo y en el que, sin duda, tienen mucho que aportar.